Quebrantahuesos 2016 (Por Monika Daza Asumendi)

“Siempre me ha gustado el deporte, es un salvavidas que te permite mantenerte a flote.”

6:30am del 18 de junio de 2016. Esperamos nerviosos (mi marido Asier Ilzarbe y yo) en el cajón de salida de la Quebrantahuesos, hemos venido bastante pronto y queda una hora para el inicio, una hora de tortura y de nervios, que da para todo tipo de pensamientos. Las previsiones meteorológicas son malas, muy malas, y se espera lluvia y frío. Nos hemos pasado un buen rato decidiendo qué ropa ponernos, ¿Habremos acertado? En ese momento me preguntó cómo he llegado hasta aquí:

Me viene a la memoria cuando June y Beñat (mis hijos) eran pequeños. Esos años en los que no pude practicar deporte, y esos días de agobios en los que el día a día decidía por mí. Recuerdo también el día en que Asier me animó a que saliera a andar en bici de carretera con el club Bera Bera, y a partir ahí, con ellos descubrí este veneno de la bici, que te ayuda a sentirte mejor.

6:40am, empieza a venir más gente. El primer año que vinimos a hacer la Quebrantahuesos fue el 2008, y me impresionó ver tanta gente ilusionada. Cuando en aquella primera participación llegamos a meta, sentimos una satisfacción enorme, y la verdad es que nunca antes pensé que podría acabarla, pero ese día me di cuenta de que la mayoría de los objetivos se pueden cumplir, siempre y cuando realmente desees hacerlo, y te esfuerces en ello.

Miro alrededor, y veo lo mismo. 8 años después, ocho QHs después, todo es igual. Cambian los objetivos, pero la ilusión y los nervios se siguen plasmando en las caras de todos los de mi alrededor.

6:45am, intentó razonar porqué estoy allí. Me viene a la cabeza el primer día que acudimos a Sasoituz en el mes de Octubre de 2015. No conocemos a Krutx y Ainhoa, pero desde el primer momento son muy cercanos.

¡Mira Krutx!, nuestro objetivo es muy fácil y muy difícil a la vez. Tras varios años sin excesiva dedicación específica a la bici y practicando otros deportes a la vez, queremos intentar centrarnos esta temporada en la bici, y mejorar nuestro rendimiento dedicando todo el tiempo que podamos pero teniendo en cuenta que tenemos bastantes limitaciones (trabajo, niños, casa…). Objetivo Quebrantahuesos 2016, hacerla lo más rápido posible, y que lleguemos los dos juntos y satisfechos de haber hecho todo lo que estaba a nuestro alcance ¿chupado no?

7:30 am, esto arranca y ya no hay marcha atrás. La prueba, como suele ser habitual, empieza rápida, hay que ir con cuidado, vamos mucha gente y esta parte resulta complicada. Se forman varios pelotones, pero como hemos salido a 3 minutos de los primeros no vemos la cabeza.

Se hace un corte. Joseba Letamendi, Iñigo Anduaga y Asier, tiran de nuestro grupo, y aunque hace viento y resulta complicado, vamos alcanzando a los siguientes grupos hasta contactar con el segundo pelotón. Llegamos a la zona de Canfranc, y empieza la subida. Me encuentro mejor que otros años, siempre sufro mucho en el primer puerto, pero esta vez los kilómetros pasan más rápidos, y tras intercambiar bidones con mi suegro en Candanchú, llegamos a la cima de Somport. Me acuerdo de David Cañada, con quien coincidimos y rodamos un mes antes en este mismo puerto, un chaval fenomenal, cercano y buena persona con el que entablamos amistad, y que por desgracia falleció una semana después en la clásica de Puertos de la Ribagorza. En paz descanse David. La vida es así de injusta, y sólo nos queda disfrutarla a tope.

La bajada es un suplicio, estamos mojados y hace frío. La lluvia no permite correr y decidimos no asumir absolutamente ningún riesgo en el descenso. Intento dar pedales para entrar en calor, mientras me alimento como puedo, siguiendo las pautas marcadas por Ainhoa.

En ese momento tengo ganas de que acabe la cuesta abajo para empezar a subir.

¡Por fin Marie Blanque! Nunca pensé que diría esas palabras. La primera parte vamos intentando que las piernas entren en calor, y tal y como teníamos previsto tras algún test previo al que nos acompañó nuestro amigo y confesor Joaquín Laguarda, bajamos algo el ritmo para coger aire a falta de 6 kilómetros. En seguida llegamos a los temidos 4 kilómetros finales. Justo cuando pido a Asier bajar algo el ritmo, se vuelve hacia mí y me dice, ¿ya ves quién va ahí?

En ese momento veo el grupo rosa de Zarabici, y en él está Patricia López Regaño. No me lo creo. Ella ha sido mi referencia durante estos últimos años. Mujer, trabajadora, con hijos y un ejemplo de que con mucho esfuerzo, es posible hacer unos tiempos impresionantes y obtener, entre otros, el primer puesto en un par de QHs. Ambas llevamos un número similar de participaciones, y nunca pensé verle tan cerca, casi tengo que pellizcarme… (me acuerdo de Santi Magaña que me dijo que esto podía pasar, aunque yo no me lo creyera). En ese momento nos mostramos ambiciosos, seguimos hacia adelante y les adelantamos. Son 4kms de mucha pendiente, cuesta avanzar y aunque vamos decenas de personas, el silencio sólo se rompe por el movimiento de cambio de piñones. El 30 recomendado por Krutx me permite no gastar en exceso, y este tramo que se preveía como un suplicio, se convierte en disfrute y satisfacción.

La bajada de Marie Blanque es peligrosa, es fundamental no caerse, conocemos los puntos críticos (un par de curvas y un paso canadiense en el que existe riego de pinchar) y volvemos a descender con precaución. Rodamos en grupo durante los 8 kilómetros hasta Laruns, pero tras años de experiencia, sabemos que en este tramo no se deben realizarsobreesfuerzos, por lo que guardamos todo lo que podemos. Llevamos peores tiempos parciales que en ediciones anteriores, pero las sensaciones son buenas.

En esos momentos voy concentrada en el esfuerzo. Es duro el ciclismo, pero te enseña a encontrar tus límites. Esos límites no son por ser mujer, o por ser madre, o por tener 42 años. Los límites los pones tú, y la bici te ayuda a encontrarlos y a superarlos. Hoy también buscamos esos límites.

Nos espera el Portalet, un puerto que a pesar de haberlo ascendido en numerosas ocasiones, he vuelto a descubrir este año. Krutx nos recomendó que hiciéramos varios entrenamientos allí, y la verdad es que ha sido todo un acierto, porque ésta vez lo subo conociéndolo mucho mejor (¡normal, es la cuarta ocasión este año!). 28 kilometros de “elefante”, sabiendo cómo hay que trocearlo para poder comértelo mejor. Sabiendo dónde están los descansos, dónde apretar, y dónde aguantar. Sabemos que es la clave para hacer una buena QH.

En el pueblo de Gabas, a falta de 15km para coronar el Portalet, están Nuria, Lander (mis cuñados) y mis txikis esperando para darnos bidones. Es la primera vez que vienen a la QH. Tienen como tarea avituallarnos y decirnos a cuántos minutos vamos del resto de chicas, pero cuando nos ven venir, se les ilumina la cara y saltan de alegría chillando: “¡¡ama, eres la primera, eres la primera!!”.

Con esta bomba de motivación, seguimos a muy buen ritmo hasta coronar el Portalet. La bajada es mala, la carretera está cuarteada, pero al menos en el lado español, el firme está seco.

Avanzamos hasta llegar a los dos kilómetros exigentes de la Hoz de Jaca. Este año, posiblemente por el mal tiempo, hay menos gente, pero los que están sueltan varios “animo neska”, que me ayudan a subir “más fácil”.

La bajada es muy mala, con curvas cerradas y el suelo con bastante gravilla. El repecho de Bubal con acceso a la carretera general siempre se me atraganta. Hay un grupo delante, pero no sé si vamos a ser capaces de cogerlo. Apretamos los dientes y entramos.

Los últimos kilómetros hasta Sabiñánigo son siempre muy nerviosos. La gente está cansada y con ganas de llegar, pero esta vez hay mucho viento y cuesta avanzar. Asier tira del grupo, los kilómetros pasan, hasta que subimos a Cartirana, último esfuerzo y llegamos a meta.

La alegría al llegar es inmensa. Lo hemos conseguido, lo hemos dado todo, hemos llegado juntos y satisfechos. Además, como recompensa adicional, llego como primera chica marcando un tiempo de 6 horas y 51 minutos, quizás algo peor de lo que podíamos haber hecho con mejores condiciones, pero muy contentos por esta victoria de equipo.

Emocionados avanzamos entre la gente sin palabras, pero con el alma llena.

Satisfecha por haber tenido la valentía de intentarlo, contenta por haber disfrutado también de la preparación previa, y agradecida a todos los que me han ayudado a conseguirlo que son muchos.

¡Cuidado con lo que sueñas, que se puede hacer realidad!

Mila esker Ainhoa ta Krutx!!. Aurten egindako taldeko lana izugarria izan da. Asierrek eta nik asko eskertzen dizuegu benetan! Quebrantahuesos 2016a zuena da ere!